Un camino de refinación y sutileza...
Ésta práctica ha significado un camino de refinación y sutileza en relación al Espíritu, un espiral de susurros divinos que profundizan mi comprensión uni versal de los caminos hacia Dios. Cuando danzo entro en una comunión respetuosa con cada tradición así voy siendo cristiana,budista,hindú, musulmana,Judia y de todas las naciones de la tierra....las danzas han provacado en mi una apertura amorosa a la validez de distintas manifestaciones comprendiendo que juntos y abrazando todos los caminos vamos hacia el Uno. Mi corazón se regocija!

Llevo tres años vinculado a la práctica de las danzas de paz ...
y la experiencia comenzó siendo una puerta al ritmo, al movimiento y a la armonía. A cantar y a bailar reconectándome con energías que se habían ido quedando en el recuerdo de mi infancia y adolescencia. A lo más, iba a algún karaoke o fiesta de vez en cuando. Entonces me abrí a la comprensión de que bailar y cantar son una necesidad cotidiana para ser feliz, para sentirse bien. En alguna parte nos enseñaron que ser adulto era estar permanentemente preocupado y ocupado de cuestiones importantes y solemnes y que juntarse, moverse al ritmo de una melodía, tomarse de las manos, agradecer, mirarse a los ojos eran cosas de mujeres, afeminados o hippies. Comprendí entonces un nuevo patrón de dominación cultural sobre nosotros. Una creencia invisible, limitante, una forma de poder inconsciente que me atrevía a romper gustoso.

Hacerlo además por la paz, con un sentido de lo sagrado en otros y en todo, me permitió encontrarme con algo que no existía en mi radar hasta ahí. La idea de una familia espiritual, de personas, parecidas y la vez tan diferentes a mí, pero unidas en un mismo propósito infinito y concreto. Un clan. Un espacio donde encuentras y das puras cosas buenas, donde llegas cuando puedes y te vas cuando quieres, pero que sabes que siempre está ahí. Mi camino ha sido siempre de distancia de los grupos, de los líderes, de las estructuras, quizá como un disidente por vocación, pero con esta gente linda y sencilla mi corazón se siente resonando en absoluto regocijo y libertad.

Una maravillosa llave espiritual...
Para mí, las Danzas de Paz Universal han sido una maravillosa llave espiritual, que cuando gira al compás de los corazones unidos, se abre una puerta de profunda devoción, de sentir, de encuentro en la esencia que somos cada uno y juntos. Un camino hondo muy hondo que rosa el misterio y lo ancla en la vida.

Una maravillosa llave espiritual...
Cuando entras al círculo e invocas al uno, al ser único, a lo que somos todos con el universo, cuando cierras los ojos y sientes cómo circula armoniosamente la energía entre los danzantes y luego comienzas a danzar cantando mantras sagrados y ancestrales puedes sentir como se eleva el amor que nos conecta unes con otres. La experiencia es única. Tienes que vivirla en cuerpo y alma para que sientas la devoción, la armonía y el gozo que significa esta expresión plena del Amor. Es un sentimiento puro que viene de la Fuente, de la gracia divina y se anida en tu corazón para de ahí volar al corazón del mundo sanando, sanando, sanando.